viernes, 15 de febrero de 2013

Yo, monotemática

¡Sí, sí! mis querid@s lector@s. Por mucho que intentéis evitarlo, os doy un consejo, no perdáis el tiempo. Parece algo inevitable. El echo de estar embarazada o de tener un bebé te cambia la visión del mundo. Todo empieza a girar entorno a ese renacuajo que, de repente, se ha apoderado de tu vida.
Yo he intentado no obsesionarme con el asunto pero a medida que se acerca el día del parto, se me hace más difícil no pensar en el bebé ¡tengo tantas ganas de verle la carita!
No me puedo imaginar como será cuando lo tenga. Si ahora no puedo hablar de otra cosa ¿qué pasara cuando este aquí? No me extraña que haya gente a tu alrededor que se acabe aburriendo contigo. Inevitablemente te acabas volviendo monotemátic@. Aunque no me preocupa. Tarde o temprano acabará pasando. En la vida todo son etapas y yo estoy viviendo una de las etapas más bonitas que he vivido hasta ahora y que no volveré a vivir, (como primeriza) así que a la m.... todo y ¡¡a disfrutar!! Quien se aburra de mí o de mi bebé que se vaya por donde a venido.
¿Quien me va a robar a mí, mi felicidad? Nadie. Así que amig@s ¡viva la monotemática! Tod@s l@s que queráis hablar y hablar hasta la saciedad de vuestros bebés, aquí tenéis un rinconcito donde siempre seréis bienvenid@s.

1 comentario:

  1. No debería no preocuparte, o sea que sí debería preocuparte y deberías intentar conscientemente no volverte monotemática. Sabes porqué? Porque si no perderás todas tus amistades y eso no se recupera fácilmente. Yo tengo una amiga que fue madre de las primeras de la pandilla. Al principio bien, lo sufres con resignación pero ya lllega un momento en que te hartas de que te hablen en los desayunos de las consistencias, colores y formas de las cacas de un bebé. Chica, qué asco! Llegó un momento en que directamente quedábamos la pandilla a escondidas de ello, no la invitábamos porque era una pesadez escucharla constantemente quejándose de lo poco que había dormido, de las enfermedades continúas de los críos (es que tuvo dos de golpe), y de los materiales escatológicos que les salían por boca y culito. Ya te digo, pasamos de ella, dejamos de quedar con ella y todos nos sentimos aliviados. Cuando ya tuvimos las demás nuestros hijos, nunca nos volvimos así, procuramos no hablar de nuestros críos constemente. Llegábamos, mirábamos el reloj y decíamos, venga, 25 min para hablar de los niños y luego desconexión! Y eso hacíamos, soltábamos todos los problemas y preocupaciones de críos y luego el resto de la tarde hablar de música, moda, belleza, política, de todo menos de los críos. Nosotros seguimos siendo todas amigas y quedamos, la otra chica hace ya cosa de 5 años que no sabemos de ella. No creo que quieras que te pase lo mismo. Por si te sirve el consejo.

    Besitos. Clara.

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